La Junta de Libertad Condicional de California volvió a negar la libertad de Erik y Lyle Menéndez, quienes llevan más de tres décadas en prisión por el asesinato de sus padres. A pesar del revés, la familia mantiene la esperanza y resalta la conducta ejemplar de los hermanos dentro del sistema penitenciario.
Una familia que no pierde la fe
En su comunicado, los familiares admitieron que la decisión les causó tristeza, pero afirmaron que no los desanima.
“Estamos orgullosos de Erik y Lyle. Se presentaron ante la Junta con honestidad y responsabilidad”, indicaron.
Además, destacaron que ambos siguen participando en programas de rehabilitación y asesoramiento para otros internos, demostrando liderazgo y compromiso incluso tras años de reclusión.

Hermanos Menéndez: El caso que marcó a Beverly Hills
El 20 de agosto de 1989, Erik, de 18 años, y Lyle, de 21, asesinaron a sus padres José y Kitty Menéndez en su mansión de Beverly Hills. El juicio fue mediático y complejo; tras el veredicto, los hermanos recibieron cadena perpetua sin libertad condicional.
Décadas después, surgieron nuevas pruebas y denuncias de abuso sexual contra su padre, lo que llevó a que en 2024 fueran resentenciados a 50 años, permitiéndoles solicitar libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles.
La familia subrayó que aún cuentan con recursos legales como el hábeas corpus y confían en que, en futuras audiencias, la justicia les dará nuevas oportunidades.
“Sabemos que son buenos hombres y este proceso no ha terminado”, concluyeron.
