Estados Unidos bloqueó visados a miembros de la Autoridad Palestina y de la Organización para la Liberación de Palestina justo antes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, prevista para finales de septiembre. Por ahora no se sabe si el presidente Mahmoud Abbas estará afectado, aunque tenía planeado asistir para dar un discurso ante los líderes mundiales.
Riyad Mansour, embajador palestino ante la ONU, comentó que su delegación revisa cómo se aplican estas restricciones y decidirá la respuesta adecuada. La oficina de Abbas aún no ha emitido comentarios.
Entre sanciones y reconocimiento internacional
La decisión estadounidense se suma a las sanciones aplicadas en julio a funcionarios palestinos y llega en un momento en que Canadá, Reino Unido, Australia y Francia avanzan hacia el reconocimiento de un Estado palestino.
El Departamento de Estado justificó la medida alegando que busca proteger la seguridad nacional y responsabilizar a la OLP y a la AP por acciones que, según Washington, afectan las perspectivas de paz. Los funcionarios palestinos rechazan estas acusaciones y defienden que trabajan por la creación de un Estado independiente.
Un conflicto que complica la diplomacia en la ONU
Aunque el acuerdo sobre sedes de la ONU de 1947 obliga a Estados Unidos a permitir el acceso de diplomáticos, Washington puede denegar visados por seguridad, terrorismo o intereses de política exterior. El Departamento aclaró que la misión permanente de la AP ante la ONU no sufrirá restricciones, sin ofrecer más detalles.
La región enfrenta retos graves: la expansión de asentamientos en Cisjordania y los ataques militares en Gaza dificultan los avances hacia un acuerdo de paz duradero. Al mismo tiempo, el reconocimiento parcial del Estado palestino por algunas potencias occidentales genera nuevas tensiones políticas y diplomáticas, justo antes de la reunión anual de la ONU.
Con la Asamblea General acercándose, el futuro de la participación palestina en Nueva York y el rumbo de las negociaciones internacionales permanece incierto, mientras la comunidad global sigue con atención la crisis humanitaria y política en la región.
