El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, llegó a la Casa Blanca este lunes para una reunión crucial con su homólogo estadounidense, Donald Trump. El encuentro, celebrado en el Despacho Oval, contrastó con la tensión de su último cara a cara en febrero, cuando Trump y el vicepresidente J.D. Vance acusaron a Zelenski de falta de gratitud. Esta vez, el líder ucraniano optó por un traje formal en lugar del uniforme militar que había usado anteriormente, un gesto que reflejaba su intención de evitar roces diplomáticos.
La cita ocurrió apenas tres días después de que Trump se reuniera en Alaska con el presidente ruso, Vladímir Putin. Tras ese encuentro, el mandatario estadounidense modificó su postura y se alineó en parte con las exigencias del Kremlin. Ahora sostiene que Ucrania debe renunciar a Crimea y a su aspiración de ingresar a la OTAN como condición para un acuerdo de paz. Zelensky, por su parte, denunció que los recientes ataques rusos en Járkov, Zaporiyia, Sumi y Odesa buscan sabotear las negociaciones.

Un diálogo con gestos de acercamiento
Desde el inicio, Zelenski adoptó un tono conciliador. En los primeros segundos de su intervención, repitió la palabra «gracias» en cuatro ocasiones, una clara respuesta a las críticas previas por su supuesto desagradecimiento. Además, llevó consigo una carta de su esposa dirigida a Melania Trump, un detalle que buscaba suavizar el ambiente. El presidente ucraniano calificó el encuentro como «una muy buena conversación» y mencionó la posibilidad de una cumbre trilateral con Putin y Trump.
«Confío en que este diálogo se concrete pronto», afirmó.
Trump, por su parte, se mostró optimista. «Creo que será cuestión de tiempo, no de posibilidad», declaró, y añadió que llamaría a Putin para organizar una nueva reunión. Sin embargo, evitó comprometerse con un alto el fuego inmediato, una demanda que Ucrania y sus aliados europeos consideran esencial antes de cualquier negociación.

El respaldo europeo y las garantías de seguridad
La reunión bilateral fue seguida por un encuentro multilateral con líderes europeos, entre ellos el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente francés Emmanuel Macron y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Trump aseguró que se alcanzaría una resolución sobre las garantías de seguridad para Ucrania, aunque sin confirmar si estas incluirían su ingreso en la OTAN.
Mark Rutte, secretario general de la alianza, agradeció a Trump por su disposición a ofrecer protecciones similares a las del Artículo 5, que establece la defensa colectiva entre los miembros de la OTAN. Mientras tanto, el primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el encuentro como un «paso histórico» para la seguridad europea. Sin embargo, las diferencias persisten. Macron propuso incluir a un representante europeo en futuras negociaciones, mientras Trump insiste en un formato trilateral entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania.

El tiempo dirá si estas conversaciones logran frenar la guerra o si Ucrania se verá obligada a aceptar condiciones que hasta ahora ha rechazado.